ella era tan pequeña tan bonita tan delgada
que cabía por el ojo de mi ojo
y por el sombrío tintinear de la ventana
ella era tan estrella tan paloma tan palabra
que alteraba al parpadeo del silencio
y volaba por las nubes de mi alma
y ella al fin se esfumó como la niebla
en un trozo de esperanza desgarrada
deshilando su cuerpo y su recuerdo
en la cuchilla feroz de la nostalgia
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