sábado, 6 de febrero de 2010

La cintura amable de tus palabras...

Cómo será aspirar el olor de tu cuerpo,
atrapar tu voz al vuelo,

sostenerla por la cintura amable de tus palabras,

amasarla suave, lento, seguro entre los dedos

y hacerla ese fantasma necesario

para la media noche más oscura del alma,

niña de las tardes...?


Cómo será ir por la vida siguiéndote las huellas,

otear los lugares donde has estado desde siempre,

deshojar la margarita de los días,

deshacer en tu boca uno a uno los viejos anhelos

de volver a nacer a cada instante

en una piel dispuesta a la ternura...?


Cómo será vivir prendido en tu memoria,

incrustado en tus sueños más profundos,

dibujando tus ojos pequeños y luminosos,

tu cuerpo de brisa marina,

tu cabello de hilos nocturnos,

tus manos de cosas simples,

tu nombre ignorado por el mundo,

tu rostro limpio y bello,

tu andar descalzo por la arena de las tardes,

tu llegar de la nada,

tu suave irrumpir a la luz de los días

para sembrar de tu voz breve

el silencio de la oscuridad que me persigue

desde siempre...?


Cómo será,

a quién preguntar,

con quién soñar que no seas tú,

pequeña paloma de las tardes,

para no seguir amaneciendo

en este mar de gaviotas tristes

que es este ir y venir por los días mortales

de este invierno oscuro y silencioso,

niña dormida en mis versos...?


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