Saberte aquí en este cuerpo mío que se abraza a ti
como quien se abraza a la última,
pequeña,
efímera esperanza,
y sentir que desgarras mi palabra en tu silencio
como esa lluvia repentina
que de pronto deshace la ilusión del atardecer.
Saberte aquí
y exigirte en la mirada un puñado de voz
para llenar el momento con el sonido de tu esencia.
Cuánto quererte entonces,
cuánto hurgar en tu cuerpo trozos de misterio
para libertar el deseo de ese palmo de carne
que se esconde tras los huesos y la muerte.
Para mi corazón basta tu beso
y saberte aquí en este cuerpo mío que se abraza a ti...
--
No hay comentarios:
Publicar un comentario