Te recuerdo como te imagino,
te sueño como te deseo:
una voz amarilla en mi alma
dice en silencio "te quiero".
Te extraño hora tras hora
(y jamás he tocado tu pelo):
¿cómo puede mi nostalgia
deshilarse en estos versos?
En la noche de mi almohada
se desgranan mis anhelos:
estás prendida a mis horas
como una estrella en los cielos.
Me sé tu nombre lejano,
me sé todos tus acentos:
en los jirones del aire
cabe tu nombre completo.
Si no conozco tu piel
ni tu rostro entre mis dedos:
¿cómo es posible entonces
quererte como te quiero?
Conozco tu voz exacta,
tu risa azul en el viento:
el sonido de tus pasos
se mezcla con mi silencio.
Te recuerdo como te imagino,
entre septiembre y febrero:
hay canciones que te nombran
muy adentro de mi pecho.
Sé que habitas un rincón
amarillo de mis huesos:
te llevaré en mi nostalgia
hasta el final de los tiempos.
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